viernes, 7 de agosto de 2009

De por qué el periodismo ya no informa

A estas alturas a nadie se le ocurrirá poner en duda que el periodismo es una pieza básica en toda Democracia, como instrumento tanto para la canalización de la libertad de expresión como para la conservación de la calidad de todo el sistema democrático. Por supuesto, y ésto tampoco se le escapa a nadie, la labor periodística debe ejercerse con libertad e independencia para que cumpla con sus objetivos, sin que exista ninguna injerencia de los poderes políticos, económicos ni de otro tipo. Pero, ¿es ésto realmente posible? Hoy en día, los medios de comunicación más influyentes forman parte de grandes grupos empresariales, cuyos intereses principales son económicos, no informativos. Por tanto, no es descabellado pensar que la labor periodística se ve condicionada, en primer lugar, por los poderes económicos.

Esa naturaleza económica de los grupos empresariales provoca que los medios de comunicación ofrezcan, no productos informativos, sino productos de consumo puro. Tomemos como ejemplo más claro los informativos de televisión: su carga informativa, sobre todo en lo que respecta a los temas políticos, es mínima. La actividad parlamentaria apenas se toca en estos espacios y, cuando se hace, se resaltan los temas más polémicos frente a los más trascendentales, y las broncas entre diputados frente al debate político. Todo ello se debe a la necesidad de captar audiencias masivas para atraer anunciantes. La televisión empezó a verse como un mero medio de entretenimiento hace ya años, y por ello los informativos ya no forman ni informan: se limitan a buscar la espectacularidad con la que atraer espectadores ávidos de entretenimiento.

Pero el condicionamiento económico de los medios de información general introduce un segundo condicionamiento: el político. Como productos de consumo, cada medio de comunicación se dirige a un público objetivo concreto: Men's health se dirige a hombres deportistas, Super pop, a adolescentes de sexo femenino, Hobby consolas, a usuarios de videoconsolas... En el caso de aquellos medios cuyo principal tema de información es la política, los públicos se divide según su ideología, y cada medio intenta cubrir una parte concreta del mercado. Pero en España,donde las ideologías mayoritárias (y, por tanto, las que interesan a los medios de comunicación) vienen ya identificadas con dos partidos concretos, ese afán de captar a un determinado público acaba convirtiéndose en un acto de sumisión a los partidos políticos que, indirectamente, "dan de comer" a los medios. Ya no se defienden unos postulados ideológicos, sino a los partidos que, en teoría, los sustentan.

Así, tenemos al diario El País, dirigido a un público de centro-izquierda que habitualmente vota al Partido Socialista, frente a su principal competidor, Público, que se dirige a un público similar, pero más joven, e incluso hace algún guiño ocasional a una izquierda más radical. Por otro lado, tendríamos al diario La Razón, dirigido al sector favorable a la actual cúpula del Partido Popular, frente a ABC, hecho para quienes preferirían ver a Esperanza Aguirre liderando a la oposición. Excluiré aquí a El Mundo, porque ya aviso de que en este blog se sostendrá la nada popular tesis de que Pedro J. Ramírez es, junto a Federico Jiménez Losantos, el periodista español más independiente del poder político. Véase que no ha tenido problema alguno en criticar, tanto al partido al que siempre ha defendido, como a la nueva "niña de sus ojos" cuando lo ha creído conveniente.

En este blog analizaré la labor de los medios de comunicación, no sólo para exponer mis propias opiniones, sino para investigar hasta qué punto el periodismo actual se ha alejado del código deontológico que debería seguir. No valoraré contenidos políticos ni ideológicos, pues para eso tengo mi otro blog, sino únicamente la labor del periodista desde la perspectiva, quizá ingenua, de alguien que cree que la objetividad es la meta inalcanzable, pero meta al fin y al cabo, que debería buscar el buen informador. A ver qué sale.